Rutina Fácil Skincare

Rutina Fácil Skincare

Hola soy la Doctora Irene Paniagua, médico estético de la clínica  y hoy os vamos a hablar de un tema en auge en las redes que es sobre la RUTINA FACIAL o SKINCARE.

Yo personalmente soy partidaria no del menos es más sino de buscar aquellos principios activos beneficiosos para cada tipo de piel sin tener que realizar tantos pasos que dificultan mantener una rutina pero para ello considero esencial un seguimiento y una valoración de la misma en consulta.

Dicho esto, creo que hay unos esenciales que toda rutina cosmética diaria debe incluir. Para ello vamos a hablar de la rutina de noche y de día para que sea más sencillo.

COMENZAMOS CON LA RUTINA DE NOCHE.

El punto de salida es… ¡LAVARNOS LAS MANOS! Llevamos todo el día tocando cosas por eso es importante antes de comenzar a aplicar cosméticos a nivel facial limpiar bien nuestras manos que serán nuestra herramienta para los próximos pasos.
En la rutina de noche comenzaremos con una DOBLE LIMPIEZA FACIAL. Para ello primero nos desmaquillamos utilizando un agua micelar o un producto oleoso para retirar restos de maquillaje, protector solar y exceso de sebo del día acumulado. Y tras desmaquillarnos, pasamos a la limpieza con un gel o una espuma limpiadora que retire el restos de compuestos más solubles en agua. Debemos utilizar agua tibia ya que el agua muy caliente puede deshidratar al alterar la barrera epidérmica. Y posteriormente secar con suavidad con una toalla que reservemos solo para esta zona.

Ya tenemos nuestra cara bien limpia…
Y tras la doble limpieza debemos incluir los conocidos RENOVADORES CELULARES. ¿Cuáles son estos productos? Pues bien, hablamos de los retinoides, los principios activos despigmentantes o los hidroxiácidos. El uso de unos u otros dependerá del tono y textura de la piel pero un “si o si” será el uso del Retinol.

El retinol es un derivado de la vitamina A y es el ingrediente estrella de los tratamientos antiedad. Cuando aplicamos tópicamente retinoides buscamos la síntesis de colágeno y elastina, la activación de factores de crecimiento, disminuye la arruga fina, reduce la producción de grasa…es decir, la prevención y corrección de signos de envejecimiento.

Hay múltiples derivados de retinol que varían en potencia y tolerabilidad teniendo desde: palmitato de retinol (mejor tolerado aunque menos potente), retinol, retinal o de prescripción médica como es el ácido retinoico (de mayor potencia pero menos tolerable).

¿En qué concentraciones podemos encontrarlo en productos cosméticos? Estas contracciones varían desde el 0,1% hasta el 1,0% que elegiremos en función de las necesidades y la piel.
Aunque son compuestos muy efectivos pueden causar irritación en algunas personas por ello cuando introducimos el retinol en la rutina cosmética debemos comenzar a aplicarlo 2 a 3 veces en semana, hará un efecto de pelado y cuando la tolerancia a esa pauta sea adecuada se podrá ir ascendiendo hasta usarlo todos los días de noche.
¿Cuándo NO debemos usarlo? No debemos usarlo durante el embarazo dada su teratogenicidad; en cambio en la lactancia el tratamiento tópico con retinol si se considera seguro. Por otro lado, deberemos usarlo con precaución cuando tengamos alterada la barrera epidérmica como en eccemas, procesos infecciosos..

Tras el retinol podemos aplicarnos alguna crema hidratante, mejor si contiene niacinamida para disminuir la irritación provocada por el retinol y mejorar así la función barrera de la piel.

Ya podemos ir a dormir y…¿Qué hacemos por la mañana?

RUTINA FACIAL DE DIA:

Comenzaremos con la Limpieza facial; en la mañana sería suficiente con un producto jabonoso/acuoso para retirar los restos de productos aplicados anteriores y lo aclaramos con agua tibia.

Tras la limpieza facial un principio activo que considero indispensable es la Vitamina C, que es un antioxidante.
¿Y os preguntareis, que es eso de un antioxidante? Con el paso del tiempo los radicales libres generan un daño en las células dando lugar a un envejecimiento prematuro. La exposición solar, la contaminación, entre otros son factores externos que aceleran el exceso de radicales libres y con las sustancias antioxidantes como son la vitamina C evitamos que se formen más radicales libres. También estimula la producción de colágeno y mejora las manchas por su efecto despigmentante.

Al aplicarlo así en el día nos beneficiamos de una de las funciones más importantes de este principio activo consiguiendo una piel más luminosa y un tono unificado.

En los productos cosméticos podemos encontrar diferentes formas de vitamina C; la más pura es el ácido ascórbico cuya concentración óptima se encuentra entre un 10-20%. Otro derivado de Vitamina C estabilizado es el 3-0-ethyl ascorbyl acid.

Hay cosméticos en los que podemos encontrarlos en combinación con otros antioxidantes como la Vitamina E o el ácido ferúlico que son una buena combinación para estabilizar la vitamina C y aumentar su poder antioxidante.

Si bien, es importante mantener estos productos cosméticos bien guardados ya que pueden oxidarse y disminuir su efecto.

Posteriormente podemos aplicarnos una crema hidratante si nuestra piel lo requiere; y tras esto no podemos salir de casa sin aplicarnos el protector solar.
Hay múltiples fotoprotectores; debemos buscar aquel más afín a vuestra piel pero si tenemos que mirar que lleven protección UVB 50% y si además especifica que también tiene cobertura UVA mejor todavía.
Recordar reaplicarlo cada 2 horas aproximadamente.

Y hasta aquí la rutina facial. Aunque como ya hemos dicho es importante un seguimiento de la misma que se adecue a vuestras necesidades.

Doctora Irene Paniagua.